Un poco de historia

Los hechos han venido a confirmar el acierto de anclar la orientación de la política económica doméstica en el proyecto de integración europea, a pesar de los retos y las dificultades que ello comportaba: España disfruta hoy de un crecimiento medio anual considerable y superior a la media de la UE, unas cuentas públicas saneadas y un ritmo sostenido de creación de empleo.
Dicho crecimiento ha permitido acercar la renta per cápita española a la media europea a razón de cerca de un punto por año, proceso en el que han desempeñado un papel fundamental los fondos de cohesión y estructurales de la UE. El PIB per cápita respecto a la media de la UE ha pasado de estar en el 72,5 por ciento en 1988 al actual 83 por ciento.